Hasta hoy se niega que hubo un Arroyo

Esta es la casa de campo de Don Antonio Pérez en el Arroyo Seco, tomada desde el muelle, el 28 de febrero de 1832. Precisamente, donde hoy ubicamos Agraciada con San Fructuoso.



  

El barrio Arroyo Seco


Hoy algunos comentan lo que parece una incongruencia, pero el arroyo Seco existió como tal y era una pequeña corriente de agua, que muchas veces llegaba a secarse, que corría hacia la bahía a la altura de la quinta Muñoz del Campo por la que hoy es la calle Entre Ríos y desembocaba en la misma, a la altura de la calle San Fructuoso.

Respecto a su denominación, dicen los profesores Barrios Pintos y Reyes Abadie en ‘Los barrios de Montevideo’ - IV:

En la segunda mitad del siglo XVIII y partiendo del portón de San Pedro, se extendían los caminos del Cerrito y del Miguelete que cruzaban el arroyo de este nombre a la altura del Paso Molino, en un ancho de veinte varas. Pero el primer obstáculo que debía cruzar este camino era el del llamado arroyo Seco.

Durante años se aceptó la versión del cronista Isidoro de María de que dicho topónimo derivaba del saladerista y hacendado Juan José Secco. Pero como lo demostraría Juan A. Apolant dicha suposición no corresponde a los hechos. En efecto: la denominación “Arroyo Seco” se encuentra ya en 1756 y 1757, años en que Cosme Álvarez Romero y Francisco Castellano solicitaron terrenos en el “paraje llamado Arroyo Seco” o “frente al arroyo Seco”, o sea en una época en que Juan José era un muchacho y vivía en Buenos Aires.


La denominación “Arroyo Seco” se encuentra ya en 1756 y 1757, años en que Cosme Álvarez Romero y Francisco Castellano solicitaron terrenos en el “paraje llamado Arroyo Seco” o “frente al arroyo Seco”



Por lo demás, la diligencia de toma de posesión a los solicitantes fue practicada por el entonces Alguacil Mayor de la Ciudad, Martín José Artigas, el 6 de mayo de 1758, “en el arroyo nombrado Seco, territorio perteneciente al ejido de esta Ciudad”.

Con la ayuda de los profesores citados y algunas otras fuentes, repasemos algunas fechas que, de alguna manera, hacen a la historia del barrio:

En 1727 las autoridades españolas adjudicaron las primeras chacras sobre el arroyo Miguelete y el camino entre éstas y la ciudad tenía prácticamente el mismo trazado que hoy tiene la Avda. Agraciada.

En ese paraje, Miguel Ryan tenía en 1787 su saladero, uno de los primeros que existieron en el país.

Para 1798 ya se detectaba la presencia de algunos caseríos en las inmediaciones del arroyo Seco.

Probablemente alrededor del año 1800 levantó su residencia el comerciante español Antonio Baltasar Pérez, en la que hoy es esquina de Avda. Agraciada y San Fructuoso.

En junio de 1814 se produce el mayor hito histórico del barrio al firmarse en la capilla de la quinta de Antonio Pérez, hoy declarada Monumento Nacional, la capitulación de las fuerzas españolas que dio por finalizada, después de tres siglos, la dominación del Reino de España en el Río de la Plata.

La propiedad en principio abarcaba varias cuadras de extensión, lindando por los fondos con la casa-quinta Vilardebó, convertida con el tiempo en el conocido Hospital del mismo nombre, mas tarde pasó de mano en mano hasta llegar, a fines del siglo XIX, a dominios de la familia Iglesias Canstatt, quien le cambió la fisonomía, reconstruyéndola en la forma que conservó por años. Por eso durante principios del siglo XX se le conocía en general, por la Quinta de Iglesias.



Fuente: Revista Raíces

DIARIO URUGUAY

periodista uruguayo desde 1979. Integrante de las redacciones de La República, Estediario, El Deportivo Sport Magazine y Marca. Fue notero en las revistas Interior Deportivo y Universo Deporte. Tuvo pasajes por radio CX 32 Radiomundo "Contacto Deportivo" y CX 38 Sodre. Redactor creativo del programa Vida Sana (Canal 5 Sodre), Jornalista en A PLATEIA Livramento, Brasil. Sub Editor de ACAURUGUAY.COM y Editor de DIARIOURUGUAY.COM.UY. Es miembro de AER y presidente de la filial APU (Asociación de la Prensa Uruguaya) Rivera.

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