ARROYO SECO: Nostalgia de mi barrio. Porque es triste, pero ya no sorprende: que unos tiran piedras y otros ladrillos. Otros, no conformes con la experiencia trágica deciden tirar todo abajo.
Lo que pasa que la realidad contrasta con la de su espejo virtual.
Mientras uno llora la muerte de lugares como el Bar Chenlo y su inigualable fainá del borde, el Club Wilman que nos vio nacer, la siempre colmada parrillada El Americano, el Salon Mickey, el Bar Sol, el Bar Libertad, la iglesia de Tapes, la Cervecería, la primer novia y el primer beso... seguiremos reconociendo: que a pesar de que el hombre viaje por el mundo buscando lo que necesita y regresará a su casa para encontrarlo...