Las ciudades antiguas nacían en el diálogo con las fuentes. Grecia y Roma veneraban las fuentes como dispensadoras de gracia y de frescura, como madres ilustres de la agricultura circundante.
El Montevideo primigenio también tuvo sus fuentes y alrededor de ellas comenzó a crecer un modesto caserío que con el andar del tiempo se convirtió en el barrio de la Aguada, que tiene su centro en el Palacio Legislativo y la Avenida Agraciada como su más importante vía de comunicación.En la llamada "Quebrada de los Manantiales" los navíos se aprovisionaban de agua antes de emprender largas travesías. Pero también desde la plaza fuerte, que tenía ese mismo lugar para su abastecimiento, íban las carretas a los arenales de la Aguada, de donde traían la arena necesaria para construir las víviendas de material.
Otro núcleo poblado se fue formando entonces en torno de la Capilla del Carmen, ,fundada hacia 1793 por el presbítero Manuel Antonio Collantes en las proximidades de la esquina formada por la Avda. Rondeau y la calle Cerro Largo actuales. En 1812 ya habia sido demolida por encontrarse bajo el tiro de cañón de la plaza.
En el conocido díbujo de 1794 de Fernando Brambila, pintor de la expedición Malaspina, aparece la fuente de la Aguada, todavía subsiste, bajo la finca de la Avda Agraciada N" 1800 esquina Pozos del Rey.
Dos fuentes más ha ubicado Walter Scaldaferro: una bajo la casa señalada con el N" 1234 bis de la calle La Paz, entre Cuareim y Yí, la que cconsidera es la misma que fuera llamada Fuente de las Canarias, cuya agua era de primera calidad; la otra bajo la finca de la calle La Paz esq. Yi, determinada por el N" 1250.
En 1882, en la que fuera quinta de Guerra, nació el Internato Normal de Señoritas, cuya dirección fue confiada a la maestra "vareliana" Maria Stagnero de Munar.
Tres generaciones de la familia Batlle dieron tradición social a la Aguada. El primero en instalarse en ella fue el emigrado catalán José Batlle y Carrió, que llegó en 1800 a Montevideo. Seis años después compra al Dr. Mateo Magariños su Molino de la Aguada, ubicado en un amplio solar entre las actuales calles Yaguarón, Pozos del Rey y Agraciada, molino que fue arrasado durante los dos sitios de los patriotas.
En Asunción esq. Yaguaron nació uno de sus hijos, Lorenzo Batlle, que con el grado de general llegaria a ocupar la presidencia de la República; en otro edificio de posterior construcción, situado en Yaguarón y Lima, inició su existencia su nieto, José Batlle y Ordóñez, ligado por medio siglo de vida politica a uno de los más trascendentes períodos del desarrollo nacional.
El famoso asiento del Quinto de Cazadores, baluarte de Máximo Santos, antiguo Cuartel llamado de Bastarrica, desapareció de su ubicación en Agraciada y La Paz cuando comenzó la rectificación de aquélla, determinada por la ley de 19 de junio de 1928.
En la zona donde en 1888 recibiera el bautismo de fuego el Cuerpo de Bomberos al producirse el incendio del molino "San Luis", situado frente a la iglesia de la Aguada, entonces en construcción, ha brotado orillando la majestuosa Diagonal Agraciada una selva de empinados y macizos edificios.
Sin duda, el edificio más monumental y hermoso de cuantos se levantan en la zona es el Palacio Legislativo, construido sobre el predio de la que fuera plaza General Flores e inaugurado en ceremonia solemne el 25 de agosto de 1925.
En la Aguada, en una casa de la calle Agraciada Nro 26 (actualmente Agraciada casi La paz) nació el 17 de enero de 1875 Florencia Sánchez, y en otra de la calle Nueva York al 1415 vivió en sus últimos años Gerardo Matos Rodríguez, el autor del más famoso de los tangos, "La Cumparsita".
Hoy, en la llamada Universidad Femenina, creada en 1912, hoy Instituto José Batlle y Ordóñez, en el no menos importante edificio del colegio y liceo "Sagrada Familia", en el Instituto "Héctor Miranda" y en el liceo NQ 17, se cultiva y se moldea el espíritu de los jóvenes. Y a partir del auge edilicio surgen residencias de gran porte, importantes cuerpos de apartamentos como los construidos por la empresa Lamaro, dilatadas sedes de instituciones públicas, grandes locales comerciales.
Un tránsito febril, con sonoro ritmo vial, es hoy la realídad dinámica de aquella zona arenosa, llena de sangradores y barrancos, que oteaba con humildad las oscuras murallas de la Plaza Fuerte.
Fuente: Montevideo: Los Barrios Anibal Barrios Pintos